Hay que matar a Mallory

Un excombatiente americano de la Segunda Guerra Mundial, un gran experto en la guerra sucia y el sabotaje, Martin Carrion, que es contratado por un grupo de ex-componentes de la resistencia francesa para encontrar y matar a Mallory, antiguo miembro del equipo y hombre que los traicionó a la Gestapo. Corridon es escogido por su fama de hombre duro y sin sentimientos y por ser de todos conocido que sufrió torturas terribles por parte de la Gestapo y las resistió sin doblegarse. Lo que el grupo desconoce es que Corridon es un experto en engañar a personas y colectivos que le contratan para trabajos ilegales. Su método de trabajo es cobrar una parte del trato y desaparecer, siendo imposible que se le denuncie por no querer cometer una ilegalidad. Por eso y muchas cosas más la policía inglesa lo tiene como objetivo prioritario y no deja de hostigarle. La historia se tuerce y todo se transforma en una auténtica pesadilla donde nada es lo que parece y todo indica conducir a un final desastroso. La novela tiene una trama muy ingeniosa y sorprendente, a la que debemos añadir la fuerza y carisma de algunos personajes como el de Corridon que te encadenan a la misma y no te sueltan hasta el final.